
Las medidas concebidas proyectan el uso adecuado de plaguicidas y bioplaguicidas en cosechas vulnerables, como los sembrados de tomate y frijol previstos para los primeros meses de este año, cuando suelen ocurrir lluvias asociadas a ese fenómeno atmosférico.
El programa incluye otras acciones no menos importantes, como una correcta preparación del suelo y la debida capacitación de los productores del territorio, a fin de minimizar las afectaciones en las áreas destinadas a la producción de alimentos.
Según valoraciones de especialistas de la agricultura en el territorio, también se trazan estrategias para proteger otros cultivos con riesgos, como son el caso de las hortalizas, entre las que figuran ajo, cebolla y berenjena.
De acuerdo con las informaciones, los efectos del fenómeno El Niño pudieran provocar condiciones lluviosas y tormentosas, y extenderse hasta el mes de abril.
(Leonel Iparraguirre González)
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