Un patriótico gesto de La Tecla del Duende

No pocos se preguntarán ¿qué es eso de La Tecla del Duende? Les confieso que tuve que meditar cuando por casualidad vi descender de un ómnibus una expedición de holguineros, espirituanos y avileños, portando visibles credenciales, como atestiguando que Los Duendes invadían en ese instante la ciudad de Morón.

Mi curiosidad periodística enseguida se activó, hasta que con ciertas reservas me acerqué a una compañera para tener precisiones de aquellos visitantes. Casi todos con flores en sus manos, cámaras fotográficas y celulares, se dispersaron como un hormiguero hacia el monumento  erigido al conocido Gallo de Morón, mientras otros lo hacían hacia el conjunto escultórico erigido a la memoria del Capitán Roberto Rodríguez "El Vaquerito".


Con  cierta solemnidad Caridad Martínez, presidenta del Grupo  en la provincia de Holguín ubica a los presente sobre el histórico sitio que visitaban: "Este es el monumento que honra la memoria de El Vaquerito, una ciudad donde siendo adolescente pasó parte de su infancia".
                       
Los visitantes eran los miembros de La Tecla del Duende, un movimiento político-ideológico que promueve el periódico Juventud Rebelde desde hace varios años, por iniciativa del periodista ya fallecido Guillermo Cabrera Alvarez. Entonces me ubiqué en las razones de aquella embajada, como asiduo lector de Juventud Rebelde, que  inserta cada  jueves la  gustada columna del "Duende".

Dialogué con varios compañeros. Arminda Madrigal, la representante de los espirituanos confesó que han recorrido casi todas las provincias del país con expediciones de historia y naturaleza, y en nuestras respectivos territorios realizamos tertulias de carácter político y revolucionario.

"Hemos visitado Guantánamo, Baracoa, Camagüey y otros muchos sitios históricos del país, lo que nos ha posibilitado adentrarnos en los momentos más trascendentes de la historia patria, esa que  Barack Obama propuso que olvidáramos", confesó Raiza Ramírez, presidenta de "Los Duendes" de Ciego de Ávila.

Ellos continuaban su marcha hacia la cayería norte de Ciego de Ávila, no sin antes detenerse en sitios relevantes, como el monumento erigido en Turiguanó al insigne patriota puertoriqueño Gonzalo Marín, para luego admirar las bellezas que aguarda ese paraje turístico en los Cayos Coco y Guillermo.