
Defensor de los oprimidos, Varona dirigió muchas huelgas con las que se ganaron demandas de los trabajadores, lo que motivó el repudio de sicarios de Gerardo Machado, quienes lo asesinaron en Morón el 19 de septiembre de 1925.
En toda Cuba se repudió el crimen de Enrique Varona calificado por Julio Antonio Mella como Líder magnífico, gigante de cuerpo y de pensamiento y catalogado, además, como el líder de las mil huelgas.
Una tarja ubicada en la intercepción de Serafina y Calle 5, en la avileña ciudad de Morón, simboliza el sitio exacto donde Varona fue ultimado por un balazo, mientras se dirigía con su pequeña hija, al filo de las siete de la noche, para presenciar una función teatral.

Cada año los trabajadores de los Talleres Ferroviarios de esta localidad, que llevan honrosamente el nombre del recio luchador sindical, integran una peregrinación hasta el lugar exacto donde cayo Enrique Varona para rendirle merecido tributo.
(Leonel Iparraguirre González)
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