En el Paraiso se habla de recuperación

... La furia de los vientos del huracán Irma hace tres meses, estremecieron a El Paraiso, pero Roger Hidalgo y su esposa Lisandra Reyes que  estaban  al tanto de  los pronósticos meteorológicos, no confiaron en la fortaleza de su vivienda y  cuando el ciclón  se aproximaba a esta región, fueron hacia el centro de la ciudad de Morón y se evacuaron en una casa más confortable y  resistente.

Cuado Irma  iba  en retirada, recibieron una llamada telefónica que los puso en sobreaviso: "La casa de ustedes se derrumbó". "El cielo se  nos unió con la tierra, pues  todas las pertenencias  la  habíamos dejado ahí", comenta Lisandra, quien cumple algunos meses de embarazo.


Debajo de  aquella mole de madera,  pedazos de planchas de fibrocemento, puertas  y  ventanas, encontramos el televisor, los muebles,  camas y todo lo demás, según cuenta el matrimonio, pero ambos no perdieron tiempo y  se valieron, mientras tanto, de  una vecina colindante llamada Zeida Sánchez que les brindó abrigo, mientras resolvieron los materiales para su nueva casita. "En su pequeña casa nos evacuamos y  sin espacio para movernos, allí permanecimos varias semanas", relata Roger.

Enseguida nos  visitó la delegada de la circunscripción y  nos orientó los pasos a seguir -comenta-  y al dia siguiente nos presentamos en la oficina de trámites,  donde  a pesar de haber  muchas  personas con situaciones similares,  resultó bastante dinámica la permanencia.

"Cuando conocimos que en Morón más de 6 000 viviendas habían sido afectadas por el huracán,  pensamos que nuestra espera  sería por un largo período, pero la suerte nos acompaño", precisa. Solicitamos un crédito bancario y en pocos días   nos facilitaron los recursos para una "Facilidad temporal".

Comenta Roger que con aquellos recursos en la mano, guardó su bicitaxi y  decidió dedicarse a  construir la casa. Para las paredes seleccionó las mejores tablas de la anterior vivienda, y  apartó todo lo que podía aprovechar. "Me  motoricé y  en apenas  unos días ya  nuestra casa tenía forma",  nos dice sonriente.

Ahora la pareja de Roger y Lisandra,  prosigue  los trámites con más paciencia para fabricar la vivienda definitiva,  que proyectan con  paredes de mampostería, mucho más confortable que la que tumbó el ciclón.

Como ellos otras familias de El Paraiso, al noreste de la ciudad de Morón, han encontrado rápida solución como damnificados  del huracán, gracias a la organización con que se ha trabajado en la distribución de recursos, pese a la magnitud  del problema.

Leonel Iparraguirre González.