No es posible reducir el espacio del amor, solo a ese afecto especial que sentimos hacia otra persona, porque amar es mucho más que eso, es sentir idolatría por la familia, por los hijos, por el trabajo, por la tierra en que vivimos, por el himno, la bandera y la patria.Así con expresiones firmes y sinceras, respondió Juan Vargas a nuestra interrogante: ¿Para usted qué es el amor? Sin tomarse mucho tiempo aquel hombre de la tercera edad supo conjugar palabras para ofrecer un razonamiento.
No es un poeta, compositor, ni escritor el interrogado: "soy un simple trabajador agrìcola, devenido de un soldado de la Revolución, que ama y defiende a cualquier precio".
Sus relatos personales encierran particular relevancia, pues cuenta que aunque lleva algunos años residiendo en la ciudad de Morón, procede de Media Luna, en la oriental provincia de Granma, por lo que el nombre de Celia Sánchez Manduley, Cinco Palmas y otros hechos históricos de la Revolución les resultan muy allegados a su formación política.
Al abundar en el tema, Juan Vargas Anaya, elocuente en sus relatos biográficos se detiene en Celia, a quien califica como revolucionaria intachable, la que un día contribuyó a su incorporación al batallón especial fronterizo, en la Base Naval de Guantánamo, misión que cumplió con creces y ayudó a la madurez de su formación patriótica y revolucionaria.
Por eso y mucho más, Vargas no puede limitar el amor a una simple mujer, es también expresión de todo que lo que sentimos por la patria, la Revolución y nuestra bandera.
Leonel Iparraguirre González.
No hay comentarios:
Publicar un comentario