En pocos lugares, o quizás en ninguna parte del planeta, exista una tradición como la que se disfruta cada dos de mayo en la ciudad de Morón: la serenata al Gallo.
Pudiera pensarse en una posible equivocación, pero las investigaciones apuntan a que el nombre de Morón lo llevan varias localidades en el mundo, dígase que en Cuba está el de Ciego de Ávila pero también hay uno en Santiago de Cuba y otro en Piar del Río. En Haití, Argentina, Mongolia, Francia , Perú y Venezuela hay poblados con dicho nombre, y en España existe el más decano de todos, el conocido como Morón de la Frontera.
Pero el gallo ha impuesto su historia en solo tres de ellos: en el Morón de Sevilla, España, en el de Ciego de Ávila, Cuba, y en el de Buenos Aires, Argentina. Son estas localidades donde existen gallos con cierta reputación.
Sin embargo, se puede afirmar que el Morón de Cuba, el nuestro, donde vivimos, es único en el mundo que tiene un gallo que canta a las seis de la mañana y a las seis de la tarde. Pero no es sola esta la excepción, sino que también es el único, al que se le rinde homenaje con una especial serenata en ocasión de su cumpleaños, fecha adoptada el dos de mayo, por ser ese día de 1982 cuando se produjo su reposición.
El advenimiento de ese día, con el campañazo de la medianoche, un dúo de trompetas, escala hasta la base de este monumento cultural e interpreta una melodía propia de la celebración. Una locución hace referencia a ese histórico momento y se apuntan memorias de nuestro gallo. En en ese instante es cuando se inaugura oficialmente la Semana de la Cultura Moronera.
Alrededor del monumento, devenido en símbolo de la localidad se congrega un notable multitud, se ofertan algunos tipos de bebidas y enseguida o bien rompe una conga callejera o se da paso a un bailable en áreas contiguas a la escultura.
Por esos días se habla en Morón de la Fiesta del Gallo, se animan las instituciones culturales, se efectúan encuentros de decimistas, de creadores de artes plásticas, se convoca al Baile Guajiro, al Festival de Vinicultores y se celebra el Festival de Danza Vivian Díaz in Memoria. Se producen otros esperados momentos artísticos y culturales, como presentaciones de teatro callejero, funciones del circo infantil y otras variadas ofertas que demuestran el desarrollo que experimenta la ciudad en materia cultural.
Pero sin duda, en uno y otros escenarios, es el Gallo el símbolo que no deja de estar presente, porque en su conjunto, la semana se interpreta como la prolongación del cumpleaños de esta querida escultura que situada a la entrada de la ciudad, da la bienvenida a los visitantes.
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