Un equipo de pequeño formato para el beneficio del carbón vegetal, con fines exportables, construido en el taller de reparación de la Empresa Cítricos Ceballos, con sede en el municipio de Morón, constituye una positiva experiencia de la ANIR en este territorio que se generaliza en varias provincias del oriente cubano.
La inventiva corresponde al innovador Juan Alberto Olivarez, que ideó construir la máquina para viabilizar el proceso de limpieza, selección y clasificación del carbón, una vez extraido de los hornos, la que ha contribuido a elevar los parámetros de calidad de ese producto exportable.
Aunque la idea surge para resolver esta problemática que presentaban los carboneros pertenecientes al combinado citrícola de Ceballos, hasta estos momentos se han fabricado 36 de estos equipos para satisfacer las demandas de otros territorios del país.
Amelia Reyes Uña, administradora del referido taller, manifestó que con esta experiencia de la ANIR, Cítricos Ceballos cumple mensualmente con la exportación de hasta 120 contenedores de carbón, cifra que anteriormente no se alcanzaba debido a la demora que provocaba la extracción de impurezas y la clasificación del carbón, de acuerdo a su tamaño, entre otros parámetros.
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