(Relatos de interés dirigidos principalmente a oyentes de Radio Morón en Cuba o en el exterior)
Allá por el año 1963, las transmisiones nocturnas de Radio Morón contaron con una voz grave, pero amena, que amenizaba espacios musicales, complacía peticiones y lograba una perfecta comunicación con la radioaudiencia. Se incorporaba a la emisora un profesional empírico que inicialmente se identificó como Gualberto García.
Su timbre de voz era muy peculiar y se distinguía de las voces que hasta el momento se escuchaban por la frecuencia de esta radioemisora, porque cuando hablaba estremecía los cristales de la cabina de locusión.
Pero un día, dejó de escucharse el nombre de Gualberto García, y aparece en el espectro de la CMIX Radio Morón, un locutor que se despedía en los programas como González Comet.
Cuentan que todo surgió porque en uno de los pasillos de la emisora Gualberto hizo referencia a todos sus apellidos que eran García, González, Comet. Alguién estimó que resultaba más radial esa otra combinación, y desde entonces se identificó con los oyentes como González Comet.
De su carácter, de su entrega y disposición y de su amor por la radio hay muchas historias que pudieran contarse, pero la más significativa es haber representado al sindicato de trabajadores de la Cultura, y especialmente al colectivo radial, en siete zafras azucareras consecutivas, como machetero muy productivo.
Contaba sus anécdotas en la radio con la mayor humildad, pero hacía énfasis en la ocasión en que presentando un espectáculo artístico en un municipio avileño, comenzó a desplazarse por la plataforma y sin percatarse del final de la misma, cayó al suelo desde cierta altura, y adolorido exclamó micrófono en mano: "no ha sucedido nada, son cosas de la profesión".
Ya jubilado del medio radial, y aunque supuestamente disfrutaba de una perfecta salud, la muerte lo sorprendió repentinamente en su residencia en la ciudad de Camagüey. Para quienes lo conocimos fue una triste noticia y a petición personal, sus restos reposan en el cementerio de Morón.
Leonel Iparraguirre González
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