En el pueblo de Morón, provincia de Ciego de Ávila, no solo es que su nombre lo lleven colectivos relevantes del territorio, comités de cuadra o asociaciones de base de combatientes,es también homenaje permanente de todo el pueblo quien lo recuerda con poesías y flores depositadas cada 28 de octubre en estanques y luego trasladadas solemnemente hasta las aguas de la Laguna de la Leche, actividad convertida en tradición de todo el pueblo.
Pero Oildo Leiva González, con 88 años de edad y una intacta memoria recuerda perfectamente el día de 1958 en que siendo un combatiente movilizado en la zona de Lobo Rosado, territorio villaclareño, vio llegar a aquel improvisado campamento al Comandante Cienfuegos. !Qué emoción!, nos saludó cortezmente y nos impartió órdenes que debíamos cumplir de inmediato. La situación era tensa, pues eran días decisivos para consolidar el triunfo revolucionario.
"Aunque Camilo estuvo poco tiempo en Lobo Rosado, mantuvo comunicacion sistemática con nuestra tropa, recuerda Oildo, y luego en varias ocasiones se reunió con nosotros..Ahí pude conocer sus dotes militares, pero también su carácter afable, su compañerismo, su forma de ser, siempre con una sonrisa a flor de labios, aún en las circunstancias más precisas".
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