
Julio de Armas Castillo y sus ayudantes dedican la mayor parte de las horas del día al trabajo que exige el organopónico protegido Patria Dos, perteneciente a la Agricultura Urbana del avileño municipio de Morón, una instalación que estuvo a punto de desaparecer en septiembre del año anterior por los estragos que causó el huracán Irma.
Pendiente de los avisos meteorológicos, Julio porta en el bolsillo de su camisa un pequeño radio portatil para que ningún otro desastre natural le sorprenda. "La otra vez, Irma nos cogió in fraganti , -comenta- pues cuando nos enteramos que se acercaba, no nos dio tiempo a retirar la maya y los vientos la desaparecieron, tumbaron los fijadores, se rompieron los sistemas de regadío y las estructuras de los 96 canteros se perdieron totalmente".

El huracán encontró a ese organopónico en plena producción, y en pocas horas todo se perdió, relata este hombre, que durante algún tiempo formó parte de una agrupación musical y en sus ratos libres cultivaba hortalizas en un pedazo de su pequeño patio familiar en el poblado de Patria, hasta que decidió dedicarse por completo a la producción agrícola.
Puede decirse que unas horas después de la retirada de aquel meteoro, la pandilla de Coco, como cariñosamente le dicen a Julio, trató de poner en forma aquella compleja situación, y así paso a paso y con el decursar de los días el Patria Dos de Morón recobró sus contornos, se descompactó la tierra, reinstalaron las mangueras del regadío y gestionaron las semillas.
Recuerda que una representación del Grupo Nacional de la Agricultura Urbana fue testigo de los daños, y le proporcionó un paquete de semillas, instándolo a proceder a la siembra.
Aquel minúsculo colectivo miraba las condiciones del tiempo y apenas hubo una oportunidad, procedieron a la siembra de los canteros, y fue así que en los días finales del año, hicieron las primeras entregas de hortalizas y vegetales a centros priorizados de la salud y educación, incluso algunas variedades la ofertaron a la población.
Desde entonces no han perdido tiempo y al cabo de nueve meses del paso del meteoro, el Patria Dos fue merecedor de reconocimientos, como el de la excelencia en la producción.
"Nos inspira la voluntad y los deseos de producir alimentos para la población. De esos canteros salen producciones como remolacha, lechuga, zanahoria, tomate, ajíes, pimientos, ajo, cebolla y otros muchos renglones de alta demanda poblacional", refiere Julio. En la actualidad esperan el momento óptimo para plantar unas 47 000 posturas de ají pimiento, además de las verduras tradicionales.
Leonel Iparraguirre González
No hay comentarios:
Publicar un comentario